Una Expresión libre y básica.

Pintar en las paredes es algo que no tiene patrones ni sigue reglas, la necesidad de plasmar y recrear las imágenes de los objetos que observamos esta tan arraigado en la cultura y vida del hombre que hasta los niños son propensos a hacer Graffiti en las paredes de su casa. Siendo esta la forma de expresión más básica con la que el hombre nace.
A pesar de lo que muchos creen, el graffiti no es algo nuevo originado en barrios marginales de Nueva York por pandilleros rebeldes de los años setenta, los orígenes de este movimiento cultural y artístico, donde esencialmente se deja una marca o sello sobre la superficie de un muro o pared, se remontan hasta las paredes de la primera gran metrópoli del hemisferio occidental, la primera “Nueva York” del mundo, Roma. Allí los primeros rebeldes occidentales escribieron sobre los muros consignas políticas, insultos y hasta declaraciones de amor en un Latín usado por el pueblo.
Desde entonces el Graffiti se ha convertido en una expresión cultural, social y comunicativa, que muy lejos de ser una expresión vandálica que busca generar desorden y caos en el entorno urbano, el Graffiti es una forma espontánea, organizada y popular de expresar ideas, imaginarios y mensajes de una forma anónima e impactante.